El simple hecho de pensar que por algun movimiento brusco que hagas y se te pueda romper el pantalon es penoso, pero cuando te pasa es mucho mas; para mi mala suerte a mi me paso en la primaria durante un juego de futbolito, de esos enfrentamientos clasicos durante el recreo, tus amigos y tu vs. unos completos desconocidos de otro grupo del mismo año que tu...y el balon, nada mejor que un bote de frutsi aplastado. Pues en ese tiempo hacia frio, estabamos a punto de salir de vacaciones de navidad y yo traia una chamarra bien gruesa, un sueter y era dia de uniforme de gala, eso quiere decir: llevar camisa manga larga blanca, chaleco cuadriculado verde y gindo, pantalon verde con cinto y zapatos negros y calcetines blancos, claro no podia faltar tu superpeinado a la benito juarez con el kilo de gel en la greña.
En esa ocasion terminando nuestros respectivos lonches, dispusimos del bote de frutsi de uno de mis amigos y al momento cual iman para problemas el bote hizo lo propio atrayendo contrincantes, y esque uno no sabia porque pero cuando veias a alguien con un bote de frutsi era inevitable no hacer una reta, era como un ritual y algo inperdonable el no hacerlo te gustara o no el futbol. Pues ya armados los equipos, cinco de cada lado todos bajo las escaleras del segundo piso de la escuela, cerca de la entrada del autobus, nos dispusimos a jugar.
Durante los 30 min. que duraba el recreo jugamos al menos unos 20 minutos, los 10 primeros fueron de nuestros lonches, estabamos ya por acabar cuando sono el timbre, el equipo contrario hizo su ultimo tiro, el mas facil que un niño podia recibir, yo estaba de portero y al momento de agacharme a atrapar el bote de frutsi...grrrraaazzzzzzzz!!!!!! que se me rompe todo el pantalon por atras, me fui corriendo hacia la pared y no hallaba como ir a formarme para entrar al salon hasta que paso mi hermana y me vio, me dijo: "quitate la chamarra y amarratela de la cintura", hubiera sido mas facil si no hubiera estado tan gruesa la chamarra que a cada rato se me queria desamarrar, durante la fila el aguantarme el carro de los demas hasta que me dieron chance de hablarle a mi mama quien me trajo un pants de la casa.
Jamas volvi a jugar con uniforme de gala.
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